Héctor Germán Oesterheld: Legado del Cómic Argentino

La reciente adaptación audiovisual de 1l eternauta, dirigida por Bruno Stagnaro y protagonizada por Ricardo Dar3n, ha revivido la figura de Héctor Germán Oesterheld, un destacado guionista y creador de cómics argentino. Este relato gráfico, que narra una invasión extraterrestre en Buenos Aires, ha pasado a ser un símbolo de resistencia y solidaridad en un contexto sociopolítico desgarrado por la dictadura militar que gobernó Argentina en los años 70. Oesterheld, cuyo compromiso con la justicia social y sus posturas políticas valientes lo llevaron a ser perseguido por la dictadura de Jorge Rafael Videla, es recordado hoy como un ícono de lucha contra la opresión y la censura.
Nacido en Buenos Aires en 1919, Oesterheld estudió Geología pero su verdadero amor fue siempre la escritura. Desde la década de 1950 empezó a incursionar en el mundo del cómic, creando series que buscaban resonar con un público más amplio y arraigado en las realidades argentinas. Su obra Sargento Kirk, a pesar de estar ambientada formalmente en el Lejano Oeste, estaba impregnada de crítica social y reflexiones sobre las desigualdades, lo que lo posicionó como un precursor de una narrativa más comprometida que la del cómic estadounidense predominante en ese periodo.
La creación de la Editorial Frontera en 1956, junto a su hermano, marcó un punto de inflexión en su carrera. Durante esta etapa, Oesterheld se consolidó como un referente en el cómic local, publicando obras como Ernie Pike, que abordaban conflictos bélicos con un mensaje antibelicista. Sin embargo, fue El eternauta (1957-1959) su obra maestra, que, aunque inicialmente no contaba con un discurso político fuerte, se convirtió en una poderosa alegoría contra la opresión y la violencia que enfrentaba Argentina bajo regímenes autoritarios.
A medida que transcurrieron los años 60, la convulsión política en Argentina llevó a Oesterheld a adoptar posiciones más radicales. Su militancia en la organización Montoneros y su activismo en contra de la represión estatal reflejaron su compromiso con causas más profundas. La represión ejercida por la dictadura se hizo directa y personal, con el secuestro y desaparición de sus hijas en el ’77, lo que solo intensificó su lucha y su crítica en sus obras. Fue en ese punto cuando su propia traumatización se transformó en un poderoso motor creativo.
Trágicamente, Oesterheld fue secuestrado y asesinado por la dictadura en 1977, dejando un vacío irremplazable en el mundo del cómic argentino. Su legado sigue vivo no solo a través de El eternauta, sino también como símbolo de resistencia y dignidad frente a la violencia de estado. La serie de Netflix revive su historia y rescata el mensaje de lucha por la libertad y los derechos humanos, volviendo a situar a Oesterheld y su obra en el centro del debate actual sobre la memoria, la justicia y la humanidad, al tiempo que grupos de derechos humanos aprovechan la ocasión para recordar las atrocidades cometidas durante el periodo oscuro de la historia argentina.