Cumpleaños 100 años: Celebrando un siglo de vida

En el corazón de Punta Arenas, la celebración de los cien años de vida de Mariano Quilahuilque Loaiza se convirtió en un emotivo homenaje a la generosidad y el cariño que ha brindado a sus seres queridos. Este jueves, familiares, amigos y seres cercanos se congregaron en su hogar en la calle Sarmiento, un lugar que ha sido testigo del paso del tiempo y de la historia de don Mariano. Desde su llegada a la ciudad tras cumplir con el servicio militar en Chiloé, este hombre de corazón sencillo ha forjado un legado de amistades y afecto, construyendo un hogar en el que la estabilidad y el amor han sido pilares fundamentales de su vida.
La jornada estuvo marcada por la alegría y la gratitud de sus seres queridos, quienes no escatimaron en palabras halagadoras hacia un hombre que, a sus cien años, sigue luciendo una salud envidiable y una mente aguda. Su esposa, María Sánchez, no ocultó su emoción al recordar los años compartidos con Mariano, destacando su dedicación al hogar y el cuidado constante que ha proporcionado a su familia. “Nunca hizo falta nada”, manifestó María con firmeza y cariño, palabras que reflejan el respeto y la admiración que siente por su pareja, que aún a esta edad mantiene un espíritu jovial y una buena salud.
Los recuerdos y momentos compartidos con sus hijos y nietos llenaron el ambiente de risas y nostalgia. Julián Arizmendi, su nieto de tan solo ocho años, expresó su alegría al celebrar más años junto a su abuelo. “Es como un regalo”, dijo el pequeño, dejando entrever la conexión especial que tiene con don Mariano, quien valoriza esos pequeños momentos de convivencia como verdaderos tesoros. La visita de la familia, acompañada del amor y la admiración hacia este centenario, se convirtió en una celebración de la vida misma, un recordatorio de lo importante que son los lazos familiares en la cotidianidad.
El Círculo de Suboficiales Mayores y Suboficiales del Ejército en Retiro también se sumó a la celebración, destacando la figura de don Mariano como un miembro respetado y querido de la institución. Raúl Lorca Arraño, actual presidente interino del círculo, expresó que no podían dejar pasar la oportunidad de celebrar un acontecimiento tan significativo. La presencia de sus compañeros soldados resaltó la importancia de la camaradería y el respeto que Mariano ha cosechado a lo largo de su vida, lo que lo convierte en un referente para quienes lo rodean.
Con una filosofía de vida centrada en la sencillez y el amor por la familia, don Mariano compartió su perspectiva sobre la vida y la longevidad. “He vivido bien porque no he sido maltratado”, afirmó con modestia, dejando entrever la sabiduría que ha adquirido en un siglo de experiencias. La celebración de sus cien años fue un recordatorio no solo de la vida de un hombre, sino de la importancia de vivir con amor y responsabilidad. Así, rodeado de abrazos, historias y risas, Mariano celebró un día que no se olvidará fácilmente, marcando un hito en la vida de quienes tienen el privilegio de conocerlo.