Demolición del exhospital de Punta Arenas: Actualización y Problemas

El gobernador regional de Magallanes, Jorge Flies, ha expresado su preocupación por el prolongado tiempo que ha tomado el proyecto de demolición del exhospital de Punta Arenas. Esta situación ha generado un clima de inseguridad entre los vecinos, así como un notable deterioro urbano en la zona. Flies fue informado en enero que las obras iniciarían en un plazo de dos meses, sin embargo, el avance del proyecto se ha estancado, lo que le ha llevado a desligar responsabilidades al respecto: ‘No depende de nosotros’, enfatizó en una reciente declaración.

Las declaraciones del gobernador Flies han generado confusión, ya que contrastan con las afirmaciones de Eugenia Mancilla, administradora regional, quien había señalado que el inicio de las obras estaba programado para julio, lo que anticipaba un comienzo más cercano de lo que el gobernador mencionaba. Ante estas contradicciones, Flies explicó que el tiempo de demora escapa a las atribuciones de su administración, indicando que el proceso depende de instituciones externas, específicamente del Ministerio de Hacienda y la Contraloría Regional, lo que complicaría aún más el inicio de las obras.

En un intento por aclarar la situación, Flies indicó que actualmente se encuentran a la espera de la toma de razón de la Contraloría y de la asignación del presupuesto por parte de Hacienda. ‘Las asignaciones presupuestarias en Chile están tomando su tiempo extenso’, señaló el gobernador, destacando que el proceso de adjudicación ya se ha completado, pero que la falta de respuesta de las instituciones pertinentes está retrasando el inicio de la demolición del exhospital. Esta incertidumbre ha incrementado la frustración entre los habitantes de la zona que anhelan una solución a los problemas de seguridad.

El proyecto de demolición contempla la remoción de más de 18 mil metros cuadrados construidos, lo que generará aproximadamente 16 mil metros cúbicos de escombros. Flies detalló que estos escombros serán clasificados para su reciclaje o reutilización, lo que sugiere un enfoque hacia la sostenibilidad en el manejo de los desechos de la demolición. Las faenas se llevarán a cabo en una sola etapa, con una duración estimada de 360 días, comenzando con el exconsultorio externo, seguido del área de hospitalización y finalmente el edificio principal construido en la década de 1980.

La situación actual del exhospital de Punta Arenas sigue siendo un punto de tensión entre los ciudadanos y las autoridades regionales, ya que la espera ha prolongado una situación que no solo afecta la imagen urbana de la localidad, sino que también plantea serios riesgos para la seguridad de los vecinos. Con el gobernador y otras autoridades esperando una respuesta favorable de las instituciones encargadas, los habitantes de Punta Arenas continúan presionando por una solución rápida que permita no solo la demolición de la estructura, sino también la renovación del entorno urbano que tanto necesitan.

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