Denuncia a Elena Blackwood: irregularidades en la Cormupa

La controversia en torno a la secretaria general de la Corporación Municipal de Punta Arenas, Elena Blackwood, ha escalado tras la difusión de un video anónimo que la muestra participando en un bingo en el Hotel Casino Dreams. Este hecho ha sido aprovechado por la Federación de Asociaciones de Atención Primaria de Salud Municipal (Confusam) para interponer denuncias en la Contraloría General de la República (CGR) por presuntas faltas de probidad y mal uso de licencias médicas. Todo esto ocurre en un contexto de creciente tensión en la atención primaria de salud, especialmente después de las desvinculaciones por licencias, planteando serios cuestionamientos sobre la gestión de Blackwood y su relación con las autoridades locales, incluyendo al alcalde Claudio Radonich y los concejales, quienes, según el gremio, tenían conocimiento de estas irregularidades y decidieron no denunciarlas.

El gremio acusa a Blackwood de haber estado bajo licencia médica durante el bingo, lo que implicaría un incumplimiento grave dado su cargo de autoridad sobre fondos públicos. Desde Confusam, liderada por Patricia Pérez, se sostiene que el ingreso a un casino en tales circunstancias podría ser considerado una falta a la probidad. La denuncia se sustenta en la afirmación de que el video de la secretaria en el casino fue grabado el 20 de julio, poco después de haber comenzado su licencia médica, lo que ha incrementado la presión sobre Blackwood para justificar su presencia en dicho evento.

La respuesta de Elena Blackwood ha sido firmemente defensiva. La funcionaria niega haber asistido al casino de juegos, asegurando que su participación en eventos como el bingo siempre ha estado relacionada con actividades sociales y de cooperación. Además, enfatizó que su recuperación tras una cirugía de rodilla requería actividad física y no reposo absoluto. Blackwood ha desestimado las denuncias como malintencionadas y ha interpretado la difusión del video como un intento de desviar la atención de los serios problemas que ha enfrentado su administración, incluyendo 81 sumarios por irregularidades en el uso de licencias médicas para viajes, lo que resultó en varias destituciones.

El académico Felipe Lizama, especialista en derecho, ha argumentado que la asistencia a una actividad social moderada no infringe necesariamente los parámetros de reposo establecidos por una licencia médica, sugiriendo que el caso se centra más en el intento de cuestionar la validez de los procesos disciplinarios iniciados por Blackwood en torno al uso indebido de licencias médicas. En contraste, la administradora pública Francisca Molina ha destacado que la situación expone una falta de probidad si se confirma que Blackwood estaba incumpliendo su deber de reposo, subrayando la importancia de evaluar adecuadamente cualquier falta administrativa.

Mientras se espera una respuesta formal de la Contraloría a las denuncias, el caso ha generado opiniones polarizadas dentro de la comunidad local y el sector salud. La Confusam ha exigido no solo una fiscalización adecuada de las acciones de Blackwood, sino también que el alcalde y los concejales rindan cuentas por su presunto silencio ante las irregularidades. Esto ha llevado a un llamado a que los concejales emitan disculpas públicas a los funcionarios de atención primaria, intensificando el clima de desconfianza y desacuerdo entre las partes involucradas. La controversia plantea un desafío significativo para la gobernanza local en Punta Arenas, mientras los sectores involucrados esperan una resolución que pueda redefinir las relaciones laborales en la municipalidad.

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