La crisis económica que enfrenta Rusia tras las sanciones de Occidente
La guerra en Ucrania ha provocado enormes sanciones financieras contra Rusia. Las medidas están empezando a afectar gravemente a la economía del país. La bolsa está cerrada y la gente hace cola en los cajeros.
La escalada de la guerra de Rusia contra Ucrania ha provocado sanciones económicas sin precedentes contra el país. Durante el fin de semana, los bancos rusos quedaron aún más aislados del sistema financiero internacional. Algunos han sido excluidos del sistema de pagos SWIFT, mientras que se han tomado medidas para impedir que el banco central ruso utilice sus 630.000 millones de dólares de reservas de divisas.
Las sanciones son, con mucho, las más severas que se han impuesto a Rusia desde que el país invadió Ucrania la semana pasada. El creciente aislamiento financiero y político del país ya está provocando importantes consecuencias para la economía, la undécima más grande del mundo por PIB (Producto Interno Bruto).
La caída del rublo
La moneda rusa, el rublo, cayó cerca de un 30 por ciento hasta alcanzar mínimos históricos tras las últimas sanciones, aunque se recuperó ligeramente en las últimas horas. Esto agrava las enormes pérdidas ya experimentadas la semana pasada. En respuesta, el banco central ruso ha tomado la decisión de emergencia de subir los tipos de interés del 9,5 al 20 por ciento. El banco también ha bloqueado temporalmente la venta de valores en manos de extranjeros.
El desplome de la moneda ha provocado largas colas en los cajeros automáticos de toda Rusia, y el temor a que el valor del rublo siga cayendo. Este lunes, el banco central anunció que la Bolsa de Moscú no abriría. También dijo en un comunicado que había aumentado los tipos de interés para apoyar “la estabilidad financiera, de precios y proteger los ahorros de los ciudadanos”.
Banco central, frustrado por la congelación de reservas
El sábado, la Comisión Europea, EE.UU., el Reino Unido y Canadá dijeron que actuarían para impedir que Rusia utilice sus enormes reservas de divisas, cuyo valor se calcula en unos 630.000 millones de dólares.
Los activos están denominados en dólares, euros, libras esterlinas y yuanes, y la ventaja de poseer tales reservas es que, en teoría, permitirían al banco central intervenir significativamente para apuntalar el rublo en caso de volatilidad.
Sin embargo, si Rusia se esfuerza por comprar rublos con sus reservas de divisas, la presión sobre la moneda se intensificará y las largas colas en los cajeros automáticos podrían convertirse en más carreras de pánico en los bancos. Los detalles exactos de cómo se bloqueará el banco central aún no se han revelado.
Las opciones de Rusia
Rusia aún tiene algunas opciones con las que jugar. Alrededor del 15 por ciento de sus reservas de divisas se encuentran en China, y el Gobierno chino podría estar dispuesto a ayudar. Rusia también posee una de las mayores reservas de oro del mundo, unas 2.300 toneladas, por el valor de unos 142.000 millones de dólares a precios actuales.
Pero Sergei Guriev, economista de la universidad Sciences Po de París, declaró al diario Financial Times que estas opciones también están cargadas de incertidumbre. “Quien diga que será fácil vender oro o yuanes debe estar bromeando. Los bancos estatales chinos ya están bloqueando la financiación de las ventas de petróleo ruso. China tiene miedo, y con razón, de las sanciones secundarias. Esto es realmente un cambio de juego”, declaró Guriev.
Las agencias internacionales de calificación ya se han movido para rebajar la calificación de Rusia. S&P ha rebajado la calificación crediticia de Rusia, mientras que Moody’s la ha puesto en revisión para rebajarla de categoría.
Las medidas de SWIFT aumentan la presión
Tras una serie de medidas dirigidas a los mayores bancos rusos la semana pasada, EE.UU., la UE y otros aliados occidentales dijeron el fin de semana que excluirían a algunos de los bancos del país del sistema de pagos global SWIFT.
Un comunicado conjunto de los líderes de dichos países informó que los bancos rusos serían expulsados de SWIFT, pero no se nombraron. Sin embargo, los bancos que procesan los pagos de las exportaciones energéticas rusas -por ejemplo, Gazprombank- podrían quedarse tranquilos, como ocurrió en anteriores rondas de sanciones.
“Lo interesante estará en los detalles. Vamos a ver qué bancos seleccionan”, dijo Edward Fishman, experto en sanciones económicas del Eurasia Center del Atlantic Council”. Y agregó que sería un “asunto absolutamente enorme” si las medidas de SWIFT incluyeran a Gazprombank y a los dos grandes prestamistas estatales del país, Sberbank y VTB. Estos dos bancos ya fueron objeto de estrictas sanciones la semana pasada.
Las repercusiones para los rusos de a pie podrían ser graves, según Sergey Aleksashenko, exvicepresidente del banco central ruso que ahora reside en Estados Unidos. “Es el fin de una parte importante de la economía”, aseguró Aleksashenko a Reuters. “La mitad del mercado de consumo va a desaparecer. Estos bienes desaparecerán si no se puede pagar por ellos”, sostuvo.
Sin embargo, hasta que no esté claro qué bancos se verán afectados, es difícil hacer una evaluación significativa del impacto. Rusia ha creado su propia alternativa a SWIFT, conocida como SPFS. Ya representa alrededor del 20 por ciento de las transacciones nacionales rusas, pero ha tenido dificultades para atraer a los bancos extranjeros.